Un campesino que en su alacena guardaba un queso de nochebuena, oyó un ruidito ratoncillesco por los contornos de su refresco. Y pronto, pronto, como hombre listo que nadie pesca de desprovisto, trájose al gato, para que en vela le hiciese al pillo la centinela. E hízola el gato con tal suceso, que ambos marcharon: -ratón y queso.
Gobierno dignos y timoratos, donde haya queso no mandéis gatos.
Un campesino que en su alacena guardaba un queso de nochebuena, oyó un ruidito ratoncillesco por los contornos de su refresco. Y pronto, pronto, como hombre listo que nadie pesca de desprovisto, trájose al gato, para que en vela