La acelga, de Rosa Díaz | Poema

    Poema en español
    La acelga

    Dicen de las niñas feas 
    que tienen cara de acelga 
    pero la Acelga no es fea. 
    El Acelgo la miraba 
    desde un rincón de la huerta 
    y la vio tan verdecita, 
    tan estirada y tan tierna, 
    que no lo pudo evitar 
    y se enamoró de ella. 
    -Acelga, ¿me quieres mucho? 
    -Te quiero más que a la tierra, 
    más que al chorrito de agua 
    y más que al sol de la siesta. 

    ¿Te casas conmigo, di? 

    Y me caso cuando tú quieras. 
    Y le dio un beso en la hoja 
    florecida de inocencia. 

    • Dicen de las niñas feas 
      que tienen cara de acelga 
      pero la Acelga no es fea. 
      El Acelgo la miraba 
      desde un rincón de la huerta 
      y la vio tan verdecita, 
      tan estirada y tan tierna, 
      que no lo pudo evitar 
      y se enamoró de ella. 

    • La Erre no llora 
      porque no esté en risa 
      ni en rosa ni en Roma. 

      Ella no porfía 
      pero no se baña 
      con el agua fría. 

      No quiere rezar 
      y si no es mejor 
      nunca es regular. 

      Tampoco se enfada 
      porque no la metan 
      en ninguna cara. 

    • Sábana de avena 
      con canto de grillo, 
      todo lo que miro 
      se vuelve amarillo. 

      Hojas del otoño, 
      lluvia en el balcón, 
      todo lo que miro 
      se vuelve marrón. 

      Mirada de niño, 
      nieve en el barranco, 
      todo lo que miro 
      se me vuelve blanco.