Blasón, de Rubén Darío | Poema

    Poema en español
    Blasón

    Para la condesa de Peralta. 
     
    El olímpico cisne de nieve 
    con el ágata rosa del pico 
    lustra el ala eucarística y breve 
    que abre al sol como un casto abanico. 

    De la forma de un brazo de lira 
    y del asa de un ánfora griega 
    es su cándido cuello, que inspira 
    como prora ideal que navega. 

    Es el cisne, de estirpe sagrada, 
    cuyo beso, por campos de seda, 
    ascendió hasta la cima rosada 
    de las dulces colinas de Leda. 

    Blanco rey de la fuente Castalia, 
    su victoria ilumina el Danubio; 
    Vinci fue su varón en Italia; 
    Lohengrín es su príncipe rubio. 

    Su blancura es hermana del lino, 
    del botón de los blancos rosales 
    y del albo toisón diamantino 
    de los tiernos corderos pascuales. 

    Rimador de ideal florilegio, 
    es de armiño su lírico manto, 
    y es el mágico pájaro regio 
    que al morir rima el alma en un canto. 

    El alado aristócrata muestra 
    lises albos en campo de azur, 
    y ha sentido en sus plumas la diestra 
    de la amable y gentil Pompadour. 

    Boga y boga en el lago sonoro 
    donde el sueño de los tristes espera, 
    donde aguarda una góndola de oro 
    a la novia de Luis de Baviera. 

    Dad, condesa, a los cisnes cariño; 
    dioses son de un país halagüeño, 
    y hechos son de perfume, de armiño, 
    de luz alba, de seda y de sueño.

    Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916) representa uno de los grandes hitos de las letras hispanas, no sólo por el carácter emblemático de algunos de sus títulos como Azul... (1888), Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905) sino por las dimensiones de renovación que impuso a la lengua española, abriendo las puertas a las influencias estéticas europeas a través de la corriente que él mismo bautizó como Modernismo. Pero como decía Octavio Paz, su obra no termina con el Modernismo: lo sobrepasa, va más allá del lenguaje de esta escuela y, en verdad, de toda escuela. Es una creación, algo que pertenece más a la historia de la poesía que a la de los estilos. Darío no es únicamente el más amplio y rico de los poetas modernistas: es uno de nuestros grandes poetas modernos, es "el príncipe de las letras castellanas".

    • Este del cabello cano, 
      como la piel del armiño, 
      juntó su candor de niño 
      con su experiencia de anciano; 
      cuando se tiene en la mano 
      un libro de tal varón, 
      abeja es cada expresión 
      que, volando del papel, 
      deja en los labios la miel 

    •    I 


      Yo vi un ave 
      que süave 
      sus cantares 
      entonó 
      y voló... 

      Y a lo lejos, 
      los reflejos 
      de la luna en alta cumbre 
      que, argentando las espumas 
      bañaba de luz sus plumas 
      de tisú... 
      ¡y eras tú! 

    • Y dijo la paloma: 
      —Yo soy feliz. Bajo el inmenso cielo, 
      en el árbol en flor, junto a la poma 
      llena de miel, junto al retoño suave 
      y húmedo por las gotas de rocío, 
       tengo mi hogar. Y vuelo 
       con mis anhelos de ave, 
       del amado árbol mío 

    • El varón que tiene corazón de lis, 
      alma de querube, lengua celestial, 
      el mínimo y dulce Francisco de Asís, 
      está con un rudo y torvo animal, 
      bestia temerosa, de sangre y de robo, 
      las fauces de furia, los ojos de mal: 
      ¡el lobo de Gubbia, el terrible lobo!