Sus pies, de Salvador Espriu | Poema

    Poema en español
    Sus pies

    Cada mañana contemplo 
    dos pies de vencido dentro 
    de zapatos que ríen. 

    Si lo tengo cerca, la ropa 
    sobre los débiles hombros 
    refleja mi rostro. 

    ¡Qué dolor de heridas 
    de piel y de carne viva, 
    tanto tiempo! Sin venganza 
    ni sentido ya, escucho 
    el paso y la fatiga 
    de un plebeyo en derrota. 

    El año entero utilizamos plumas 
    de velocísimos escribientes. 
    Cuando llega el verano, penetran, 
    por el balcón, moscardones. 
    En invierno, más tristeza 
    y cielos de frío. Y siempre 
    gime, escupe, tose. 

    Rehúso amarlo, 
    pese a los vuelos de ángel. 
    Pero le dejo dinero, 
    a un interés muy módico, 
    para el calzado preciso 
    al poco camino que queda.