Al rencor, de Silvina Ocampo | Poema

    Poema en español
    Al rencor

    No vengas, te conjuro, con tus piedras; 
    con tu vetusto horror con tu consejo; 
    con tu escudo brillante con tu espejo; 
    con tu verdor insólito de hiedras. 

    En aquel árbol la torcaza es mía; 
    no cubras con tus gritos su canción; 
    me conmueve, me llega al corazón, 
    repudia el mármol de tu mano fría. 

    Te reconozco siempre. No, no vengas. 
    Prometí no mirar tu aviesa cara 
    cada vez que lloré sola en tu avara 
    desolación. Y si de mí te vengas, 

    que épica sea al menos tu venganza 
    y no cobarde, oscura, impenitente, 
    agazapada en cada sombra ausente, 
    fingiendo que jamás hiere tu lanza. 

    Entre rosas, jazmines que envenenas, 
    ¿por qué no te ultimé yo en mi otra vida? 
    Haz brotar sangre al menos de mi herida, 
    que estoy cansada de morir apenas.