La costumbre, de Sully Prudhomme | Poema

    Poema en español
    La costumbre

    La costumbre es una forastera 
    que suplanta a nuestra razón, 
    una vieja ama de casa que se instala en el hogar. 
    Es discreta, humilde y leal. 
    Conoce todos los rincones. 
    Nunca nos ocupamos de ella 
    porque sus atenciones son invisibles. 

    Conduce los pasos del hombre 
    por el camino que él hubiera elegido. 
    Sabe los fines que este persigue 
    sin que él haya de señalárselos, 
    y le dice con voz queda: «Por aquí.» 

    Trabajando en silencio para nosotros 
    con ademán seguro y siempre idéntico, 
    tiene la vigilancia en la mirada 
    y la dulzura del sueño en los labios. 
    Pero imprudente aquel 
    que se abandone a su yugo, una vez conocido! 

    Esta vieja de paso monótono 
    va adormeciendo la joven libertad, 
    y todos los que, insensiblemente, 
    se han dejado ganar por su fuerza oscura, 
    son hombres por la fisonomía, 
    pero son cosas por los movimientos. 

    • La costumbre es una forastera 
      que suplanta a nuestra razón, 
      una vieja ama de casa que se instala en el hogar. 
      Es discreta, humilde y leal. 
      Conoce todos los rincones. 
      Nunca nos ocupamos de ella 
      porque sus atenciones son invisibles. 

    • Sentarse los dos a la orilla del agua que pasa 
      y verla pasar. Si se desliza una nube en el espacio, 
      verla, los dos, deslizarse. 
      Si en el horizonte humea un tejado de paja, 
      verlo humear. 
      Si alguna flor perfuma los alrededores, 
      perfumarse en ella también.