Un hombre viejo está sentado A la sombra de un pino En China. Ve una consólida, Blanquiazul, Al borde de la sombra, Moverse con el viento. Su barba ondea con el viento. El pino ondea con el viento. Así el agua fluye Sobre la maleza.
II
La noche es del color De un brazo de mujer: Noche, la hembra, Oscura Fragante y flexible, Se oculta. Una charca brilla Como un brazalete Que se agita en la danza.
III
Me mido a mí mismo En un árbol alto. Descubro que yo soy mucho más alto, Porque alcanzo directamente al sol, Con mi ojo; y alcanzo a la orilla del mar Con mi oído. Aún así, no me gusta La forma en que las hormigas Entran y salen de mi sombra.
IV
Cuando mi sueño estaba cerca de la luna Los blancos pliegues de su falda Se llenaron de luz amarilla. Las plantas de sus pies Enrojecieron. Su cabellera se llenó De azules cristalizaciones Provenientes de estrellas No lejanas.
V
Ni todas las cuchillas de los postes, Ni los escoplos de las largas calles, Ni los mazos de las cúpulas Y altas torres Pueden tallar Lo que puede tallar una estrella Cuando brilla a través de las hojas de parra.
VI
Los racionalistas, con sombreros cuadrados, Piensan, en estancias cuadradas, Mirando al suelo, Mirando al techo. Se limitan A triángulos rectángulos. Si intentasen romboides, Conos, sinuosidades, elipses -Como, por ejemplo, la elipse de la media luna- Los racionalistas llevarían sombreros.