Tenía el padre un parecido grande con la bondad La misma frente iguales ademanes Idéntica manera de moverse hacia los lados Como distribuyéndose en las cosas Como soltando partes suyas para que las asieran las personas El padre y la bondad eran sosías
Entiendo que el tórax era poco Año tras año ampliaba el domicilio en que alojaba el corazón Y de tal modo éste llegó a ocupar todo su cuerpo Allí a sus huéspedes brindaba atención de primera En costumbre de abrazos en que cabían miles Sin promiscuarse y sin hacinamiento Porque al espacio su conducta cual si fuera de goma lo estiraba
No era una vela pero ardía Pasiones contenidas no exportadas quemábanlo Los libros que pensaba y no escribía eran su incendio Las lecturas el ver el ansia de escuchar lo combustían En la voz en las manos en los ojos se le pulsaban 39 grados Hizo llamar a médicos y su diagnóstico fue absurdo Por no dar en la tecla y no auscultarle el alma no advirtieron Que él quería ser cielo y se iba en fuego En lo que sale de la hoguera en fibra
La profesión que ejerció fue el entregarse Proporcionaba una amistad de higuera que daba alimento y sombra Y por eso después de atacarlo la muerte se dio cuenta De que había abatido no solamente a un hombre sino a un árbol Aún quedan sus raíces en la tierra
Mejor es que los ojos como lámparas trémulas se apaguen Que los sonidos sean transportados a donde nunca se los oiga Que no acepten el vuelo los vocablos Que no haya casos cuando yo poséeme Pido la cesantía de las buenas costumbres del lenguaje
Yo conocía la emoción del ritmo; pero desde el punto que te quise, entiendo el ritmo de la emoción. Creía que la poesía consiste en los ritmos, y en las imágenes, y en la música de las palabras, y en la rima,
Tenía el padre un parecido grande con la bondad La misma frente iguales ademanes Idéntica manera de moverse hacia los lados Como distribuyéndose en las cosas Como soltando partes suyas para que las asieran las personas El padre y la bondad eran sosías
Le apuntarán con rifles a la región del saco el saco ha de dejarles perforar la camisa la camisa de cándida permitirá que lleguen hasta el pecho el pecho heroicamente sabrá ahí mismo convertirse en rosa la rosa echará pétalos por los cuatro costados de la sangre