Mejor es que los ojos como lámparas trémulas se apaguen
Que los sonidos sean transportados a donde nunca se los oiga
Que no acepten el vuelo los vocablos
Que no haya casos cuando yo poséeme
Pido la cesantía de las buenas costumbres del lenguaje
Mejor es que los ojos como lámparas trémulas se apaguen
Que los sonidos sean transportados a donde nunca se los oiga
Que no acepten el vuelo los vocablos
Que no haya casos cuando yo poséeme
Pido la cesantía de las buenas costumbres del lenguaje
La defunción de la gramática
El aniquilamiento del sentido doméstico en el canto
Exijo ausencias cuando yo pomo
Propugno el culto de la errata
El celeste relámpago de la equivocación
El juego mágico de malentendidos entre versistas y leyentes
Para que juntos poe memos en perseveración de este prodigio
El poema repuebla al tiempo
Acrecienta al espacio de perspectivas y de alrededores
Y en tanto que se espacia poemando
Se tiempo para siempre quien poema
Mejor es que los ojos como lámparas trémulas se apaguen
Que los sonidos sean transportados a donde nunca se los oiga
Que no acepten el vuelo los vocablos
Que no haya casos cuando yo poséeme
Pido la cesantía de las buenas costumbres del lenguaje
Yo conocía
la emoción del ritmo;
pero desde el punto que te quise,
entiendo
el ritmo de la emoción.
Creía
que la poesía consiste
en los ritmos,
y en las imágenes,
y en la música de las palabras,
y en la rima,
Tenía el padre un parecido grande con la bondad
La misma frente iguales ademanes
Idéntica manera de moverse hacia los lados
Como distribuyéndose en las cosas
Como soltando partes suyas para que las asieran las personas
El padre y la bondad eran sosías
Le apuntarán con rifles a la región del saco
el saco ha de dejarles perforar la camisa
la camisa de cándida permitirá que lleguen hasta el pecho
el pecho heroicamente sabrá ahí mismo convertirse en rosa
la rosa echará pétalos por los cuatro costados de la sangre
Desde el perfume en que te quiero tanto
hasta esa gran ternura que como túnica te viste
hay un camino a mi alma
que es un camino a mi dicha