En celebración de mi útero, de Anne Sexton | Poema

    Poema en español
    En celebración de mi útero

    Todo en mí es un pájaro. 
    Agito todas mis alas. 
    Querían cortarte y sacarte 
    pero no lo harán. 
    Decían que estabas infinitamente vacío 
    pero no lo estás. 
    Decían que estabas enfermo de muerte 
    pero se equivocaban. 
    Cantas como una colegiala. 
    No estás desgarrado. 

    Dulce peso, 
    en celebración de la mujer que soy 
    y el alma de la mujer que soy 
    y de la criatura central y su deleite 
    canto para ti. Me arriesgo a vivir. 
    Hola, espíritu. Hola, copa. 
    Sujetar, cubrir. Cubierta que contiene. 
    Hola tierra de las colinas. 
    Bienvenidas, raíces. 

    Cada célula tiene una vida. 
    Aquí hay suficiente para satisfacer una nación, 
    para que el pueblo haga suyos estos bienes. 
    Cualquier persona, cualquier sociedad diría: 
    «Este año está resultando tan bueno que 
    podemos pensar en otra cosecha. 
    Una plaga ha sido prevista y eliminada. 
    «Por eso muchas mujeres cantan al unísono: 
    una maldiciendo la máquina de hacer zapatos, 
    una en el acuario cuidando de la foca, 
    una aburrida al volante de su Ford, 
    una cobrando en la barrera de peaje, 
    una en Arizona echando el lazo a un ternero, 
    una en Rusia con un chelo entre las piernas, 
    una en Egipto trajinando ollas en la cocina, 
    una pintando de luna las paredes de su dormitorio, 
    una moribunda pero recordando un almuerzo, 
    una en Thailandia desperezándose en su estera, 
    una limpiándole el culo a su hijo, 
    una mirando por la ventanilla de un tren 
    en medio de Wyoming y una está 
    en cualquier parte y algunas en todas partes y todas 
    parecen cantar, aunque algunas no pueden 
    cantar ni una nota. 

    Dulce peso, 
    en celebración de la mujer que soy 
    déjame llevar una bufanda de tres metros, 
    déjame tocar el tambor por las de diecinueve años, 
    déjame llevar cuencos para la ofrenda 
    (si eso es lo que me toca). 
    Déjame estudiar el tejido cardiovascular, 
    déjame medir la distancia angular entre meteoros, 
    déjame libar de los estambres de las flores 
    (si eso me toca). 
    Déjame hacer ciertas figuras tribales 
    (si me toca). 
    Por todo esto el cuerpo necesita 
    que me dejes cantar 
    para la cena, 
    para el beso, 
    para la afirmación 
    exacta.