Romance de Marquillos, de Anónimo | Poema

    Poema en español
    Romance de Marquillos

    ¡Cuán traidor eres, Marquillos! 
    ¡Cuán traidor de corazón! 
    Por dormir con tu señora 
    habías muerto a tu señor. 
    Desque lo tuviste muerto 
    quitástele el chapirón; 
    fuéraste al castillo fuerte 
    donde está la Blanca Flor. 
    -Ábreme, linda señora, 
    que aquí viene mi señor; 
    si no lo quieres creer, 
    veis aquí su chapirón. 
    Blanca Flor, desque lo viera, 
    las puertas luego le abrió; 
    echóle brazos al cuello, 
    allí luego la besó; 
    abrazándola y besando 
    a un palacio la metió. 
    -Marquillos, por Dios te ruego 
    que me otorgases un don: 
    que no durmieses conmigo 
    hasta que rayase el sol. 
    Marquillos, como es hidalgo, 
    el don luego le otorgó; 
    como viene tan cansado 
    en llegado se adurmió. 
    Levantóse muy ligera 
    la hermosa Blanca Flor, 
    tomara cuchillo en mano 
    y a Marquillos degolló. 

    «En la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer» Virginia Woolf