soñé con un perro con un perro desollado cantaba su cuerpo su cuerpo rojo silbaba pregunté al otro al que apaga la luz al carnicero qué ha sucedido por qué estamos a oscuras
es un sueño estás sola no hay otro la luz no existe tú eres el perro tú eres la flor que ladra afila dulcemente tu lengua tu dulce negra lengua de cuatro patas
la piel del hombre se quema con el sueño arde desaparece la piel humana sólo la roja pulpa del can es limpia la verdadera luz habita su legaña tú eres el perro tú eres el desollado can de cada noche sueña contigo misma y basta
podría describirla ¿tenía nariz ojos boca oídos? ¿tenía pies cabeza? ¿tenía extremidades? sólo recuerdo al animal más tierno llevando a cuestas como otra piel aquel halo de sucia luz voraces aladas sedientas bestezuelas
la lentitud es belleza copio estas líneas ajenas respiro acepto la luz bajo el aire ralo de noviembre bajo la hierba sin color bajo el cielo cascado y gris acepto el duelo y la fiesta no he llegado no llegaré jamás
porque te alimenté con esta realidad mal cocida por tantas y tan pobres flores del mal por este absurdo vuelo a ras de pantano ego te absolvo de mí laberinto hijo mío
soñé con un perro con un perro desollado cantaba su cuerpo su cuerpo rojo silbaba pregunté al otro al que apaga la luz al carnicero qué ha sucedido por qué estamos a oscuras
digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera que no bebiste el vino de la victoria sino tu propia sal que jamás escuchaste vítores sino ladridos de perros y que tu sombra tu propia sombra fue tu única