El corazón perplejo, de Carlos Marzal | Poema

    Poema en español
    El corazón perplejo

    Desventurado corazón perplejo, 
    inconsecuente corazón, no dudes. 
    No tiembles nunca más por lo que sabes, 
    no temas nunca más por lo que has visto. 
    Calamitoso corazón, alienta. 

    Aprende en este ahora 
    el pálpito que vuelve con lo eterno, 
    para latir conforme en valentía. 
    Los números del mundo están cifrados 
    en la clave de un sol tan rutilante 
    que te ciega los ojos si calculas. 
    Ciégate en esperanza, errátil corazón, 
    suma los números. 
    Un orden en su imán te está esperando. 

    Desde el final del tiempo se levanta 
    un ácido perfume de hojas muertas. 
    Respíralo y respira su secreto. 
    Abre de par en par tu incertidumbre. 
    No permitas 
    que encuentre domicilio la tibieza, 
    ni que este inescrutable amor oscuro 
    cometa el gran pecado de estar triste. 
    Acógete a ti mismo en tus entrañas 
    con tu abrazo más fuerte, 
    tu mejor padre en ti, tu mejor hijo, 
    gobierna tu ocasión de madurez. 

    Insiste una vez más, 
    aspira en estas rosas 
    su pútrido fermento enamorado. 
    En este desvarío de tu voz 
    se desnuda el enigma, transparece 
    la recompensa intacta de estar siendo. 

    Aquí estamos tú y yo, 
    altivo corazón, en desbandada. 
    A fuerza de caer, desvanecidos. 
    y a fuerza de cantar, enajenados. 

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