El crepúsculo matutino, de Charles Baudelaire | Poema

    Poema en español
    El crepúsculo matutino

    La diana resonaba en todos los cuarteles 
    y apagaba las lámparas el viento matutino. 

    Era la hora en que enjambres de maléficos sueños 
    ahogan en sus almohadas a los adolescentes; 
    cuando tal palpitante y sangrienta pupila, 
    la lámpara en el día traza una mancha roja 
    y el alma, bajo el peso del cuerpo adormilado, 
    imita los combates del día y de la lámpara. 
    Como lloroso rostro que enjugase la brisa, 
    llena el aire un temblor de cosas fugacísimas 
    y se cansan los hombres de escribir y de amar. 

    Empiezan a humear acá y allá las casas, 
    las hembras del placer, con el párpado lívido, 
    reposan boquiabiertas con derrengado sueño; 
    las pobres, arrastrando sus fríos y flacos senos, 
    soplan en los tizones y soplan en sus dedos. 
    es la hora en que, envueltas en la mugre y el frío, 
    las parturientas sienten aumentar sus dolores; 
    como un roto sollozo por la sangre que brota 
    el canto de los gallos desgarra el aire oscuro; 
    baña los edificios un océano de niebla, 
    y los agonizantes, dentro, en los hospitales, 
    lanzan su último aliento entre hipos desiguales. 
    los libertinos vuelven, rotos por su labor. 

    La friolenta aurora en traje verde y rosa 
    avanzaba despacio sobre el Sena desierto 
    y el sombrío Paris, frotándose los ojos, 
    empuñaba sus útiles, viejo trabajador.

    Charles Baudelaire (París, 9 de abril de 1821 - 31 de agosto de 1867) fue poeta, traductor y crítico. Considerado el precursor del movimiento simbolista y de la poesía moderna, su vida estuvo marcada por una infancia difícil y por los excesos, lo que lo convirtió en un "poeta maldito". En 1857, tras la publicación de Las flores del mal, fue acusado por atentar contra la moral pública, por lo que seis de sus poemas no vieron la luz hasta 1949. Baudelaire es un genio de la literatura francesa, único en el dominio del ritmo y la forma, enfrentado y atraído durante toda su vida por lo divino y lo diabólico, por lo que sus poemas describen al ser humano más glorioso y más mísero a la vez. Algunas de sus obras son: Los salones (1845-1846), Los paraísos artificiales (1860), su única novela, La Fanfarlo (1847), sus diarios íntimos, Cohetes, y sus numerosas traducciones de la obra de Edgar Allan Poe.