Ir al contenido principal

Navegación principal

  • Audiolibros en castellano
  • Autores
  • Canales de Youtube
  • +Info
Sobrescribir enlaces de ayuda a la navegación
  • Audiolibros en castellano
  • Charles Baudelaire
  • El juguete del pobre, de Charles Baudelaire | Poema

El juguete del pobre, de Charles Baudelaire | Poema

  • Manuel López
  • Poema en español(solapa activa)
Poema en español
El juguete del pobre

Quiero dar idea de una diversión inocente. ¡Hay tan pocos entretenimientos que no sean culpables! 

Cuando salgáis por la mañana con decidida intención de vagar por la carretera, llenaos los bolsillos de esos menudos inventos de a dos cuartos, tales como el polichinela sin relieve, movido por un hilo no más; los herreros que martillan sobre el yunque; el jinete de un caballo, que tiene un silbato por cola; y por delante de las tabernas, al pie de los árboles, regaládselos a los chicuelos desconocidos y pobres que encontréis. Veréis cómo se les agrandan desmesuradamente los ojos. Al principio no se atreverán a tomarlos, dudosos de su ventura. Luego, sus manos agarrarán vivamente el regalo, y echarán a correr como los gatos que van a comerse lejos la tajada que les disteis, porque han aprendido a desconfiar del hombre. 

En una carretera, detrás de la verja de un vasto jardín, al extremo del cual aparecía la blancura de un lindo castillo herido por el sol, estaba en pie un niño, guapo y fresco, vestido con uno de esos trajes de campo, tan llenos de coquetería. 

El lujo, la despreocupación, el espectáculo habitual de la riqueza, hacen tan guapos a esos chicos, que se les creyera formados de otra pasta que los hijos de la mediocridad o de la pobreza. 

A su lado, yacía en la hierba un juguete espléndido, tan nuevo como su amo, brillante, dorado, vestido con traje de púrpura y cubierto de penachos y cuentas de vidrio. Pero el niño no se ocupaba de su juguete predilecto, y ved lo que estaba mirando: 

Del lado de allá de la verja, en la carretera, entre cardos y ortigas, había otro chico, sucio, desmedrado, fuliginoso, uno de esos chiquillos parias, cuya hermosura descubrirían ojos imparciales, si, como los ojos de un aficionado adivinan una pintura ideal bajo un barniz de coche, lo limpiaran de la repugnante pátina de la miseria. 

A través de los barrotes simbólicos que separaban dos mundos, la carretera y el castillo, el niño pobre enseñaba al niño rico su propio juguete, y éste lo examinaba con avidez, como objeto raro y desconocido. Y aquel juguete que el desharrapado hostigaba, agitaba y sacudía en una jaula, era un ratón vivo. Los padres, por economía, sin duda, habían sacado el juguete de la vida misma. 

Y los dos niños se reían de uno a otro, fraternalmente, con dientes de igual blancura.

Charles Baudelaire

Charles Baudelaire (París, 9 de abril de 1821 - 31 de agosto de 1867) fue poeta, traductor y crítico. Considerado el precursor del movimiento simbolista y de la poesía moderna, su vida estuvo marcada por una infancia difícil y por los excesos, lo que lo convirtió en un "poeta maldito". En 1857, tras la publicación de Las flores del mal, fue acusado por atentar contra la moral pública, por lo que seis de sus poemas no vieron la luz hasta 1949. Baudelaire es un genio de la literatura francesa, único en el dominio del ritmo y la forma, enfrentado y atraído durante toda su vida por lo divino y lo diabólico, por lo que sus poemas describen al ser humano más glorioso y más mísero a la vez. Algunas de sus obras son: Los salones (1845-1846), Los paraísos artificiales (1860), su única novela, La Fanfarlo (1847), sus diarios íntimos, Cohetes, y sus numerosas traducciones de la obra de Edgar Allan Poe.

  • Una carroña, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Recuerdas el objeto que vimos, mi alma, 
    aquella hermosa mañana de estío tan apacible; 
    a la vuelta de un sendero, una carroña infame 
    sobre un lecho sembrado de guijarros, 

  • Embriagaos, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Hay que estar ebrio siempre. 
    Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. 
    Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas, 
    y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso. 
    Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, 

  • El vampiro, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Tú que, como una cuchillada, 
    en mi corazón doliente has entrado; 
    tú que, fuerte como un tropel 
    de demonios, llegas, loca y adornada, 

    de mi espíritu humillado 
    haces tu lecho y tu imperio, 
    —infame a quien estoy ligado, 
    como el forzado a la cadena, 

  • El vino del asesino, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Mi mujer está muerta, ¡soy libre! 
    Puedo, pues, beber hasta el hartazgo. 
    Cuando regresaba sin un sueldo, 
    sus gritos me desgarraban los nervios. 

  • Los beneficios de la Luna, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    La Luna, que es el capricho mismo, se asomó por la ventana mientras dormías en la cuna, y se dijo: «Esa criatura me agrada.» 

  • El hombre y el mar, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    ¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!
    El mar es tu espejo; contemplas tu alma
    en el desarrollo infinito de su oleaje,
    y tu espíritu no es un abismo menos amargo.

  • A la que pasa, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    La avenida estridente en torno de mí aullaba. 
    Alta, esbelta, de luto, en pena majestuosa, 
    pasó aquella muchacha. Con su mano fastuosa 
    Casi apartó las puntas del velo que llevaba. 

  • Don Juan en los infiernos, de Charles Baudelaire | Poema

    Charles Baudelaire

    Cuando Don Juan descendió hacia la onda subterránea 
    y hubo dado su óbolo a Caronte, 
    un sombrío mendigo, la mirada fiera como Antístenes, 
    con brazo vengativo y fuerte empuñó cada remo. 

  • Cargar más
banner cuadrado de Audible
banner horizontal de Audible

Pie de página

  • Privacidad
  • Apoyar