Oigo incluso como ríen
las montañas
arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
Oigo el agua
las noches que consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj
se vuelve perillas en la cómoda,
se vuelve papel sobre el suelo,
se vuelve calzador,
ticket de la lavandería,
se vuelve humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas…
Poco importa
poco amor
o poca vida
no es tan malo.
Lo que cuenta
es observar las paredes
yo nací para eso.
Nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.
Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.