a veces pienso que los dioses
deliberadamente siguen empujándome
al fuego
sólo para oírme
gritar
unos buenos
versos.
no van a
permitir que me jubile
con un pañuelo de seda en torno al cuello
dando lecturas en
Yale.
los dioses me necesitan para
entretenerlos.
deben de estar muy
aburridos de todos
los demás
y yo también lo estoy.
y para colmo el encendedor
se ha secado.
me siento aquí
desesperanzado
tratando de encenderlo.
no pueden
darme
este tipo de fuego.