Todas las palabras: resulta difícil saber si vas realmente bien
encaminado con respecto a ellas
o si has emprendido un viaje hacia la vanidad: ¿cuánto puede decirse?
¿cuánto se ha dicho ya y por qué?
las palabras de los demás escritores me sirven de poco, de modo que
¿por qué habrían de ser las mías especiales?
todas mis palabras… ¿provocan
risas a través de las llamas?
los mismos poetas leyendo una y
otra vez en los mismos locales; siento vergüenza por ellos y
por mí mismo:
¿pensamos de verdad que estamos creando un lenguaje más inusual
que el de la bolsa o el del parte
meteorológico?
todas las palabras —escribimos a máquina sin parar, dale
que dale— la mayoría de nosotros viviendo unas vidas
normales y cobardes… ¿estamos hartos de pensar que
nuestro lenguaje es
excepcional?
no me gusta lo que somos y nunca me gustó: ¿hay algo peor
que una criatura que sólo vive para escribir poesía?