Yonki, de Charles Bukowski | Poema

    Poema en español
    Yonki

    Sentado en un dormitorio oscuro con tres yonquis, 
    mujeres. 
    Hay bolsas de papel marrón con basura 
    por todas partes. 
    Es la una y media de la tarde. 
    Hablan de manicomios, 
    de hospitales. 
    Están esperando una dosis. 
    Ninguna de ellas trabaja. 
    Todo es subsidio y cupones de comida y 
    Centro Medico de California. 
    Los hombres son objetos que sirven 
    para conseguir la dosis. 
    Es la una y media de la tarde 
    fuera crecen plantas pequeñas. 
    Sus niños todavía están en la escuela. 
    Ellas fuman cigarrillos 
    y aburridas dan sorbos de cerveza y 
    tequila 
    que he comprado yo. 
    Estoy sentado con ellas 
    y espero mi dosis: 
    soy un yonqui de la poesía. 
    A Ezra le arrastraron por las calles 
    en una jaula de madera. 
    Blake creía en Dios. 
    Villon fue un ladrón. 
    Lorca chupaba pollas. 
    T. S. Eliot trabajaba de cajero en una ventanilla, 
    la mayoría de los poetas son cisnes, 
    son garzas. 
    Estoy sentado con tres yonquis 
    a la una y media de la tarde. 
    El humo es una meada ascendente. 
    Espero. 
    La muerte es el Jumbo de la nada. 
    Una de las mujeres dice que le gusta 
    mi camisa amarilla. 
    Creo en la violencia natural. 
    Aquello era 
    parte de eso.

    Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.