¡Ay, terca niña!, de Dámaso Alonso | Poema

    Poema en español
    ¡Ay, terca niña!

    ¡Ay, terca niña! 
    Le dices que no al viento, 
    a la niebla y al agua: 
    rajas al viento, 
    partes la niebla, 
    hiendes el agua. 
    Te niegas a la luz profundamente: 
    la rechazas, 
    ya teñida de ti: verde, amarilla, 
    - vencida ya - gris, roja, plata. 

    Y celas de la noche, 
    la ardua 
    noche de horror de tus entrañas sordas. 

    Cuando la mano intenta poseerte, 
    siente la piel tus límites: 
    la muralla, la cava 
    de tu enemiga fe, siempre en alerta. 

    Nombre te puse, te marcó mi hierro, 
    «cáliz», «brida», «clavel», «cenefa», «pluma»... 
    (Era tu sombra lo que aprisionaba.) 
    Al interior sentido 
    convoqué contra ti. Y, oh burladora, 
    te deshiciste en forma y en color, 
    en peso o en fragancia. 
    ¡Nunca tú: tú, caudal, tú, inaprehensible! 

    ¡Ay, niña terca. 
    Ay, voluntad del ser, presencia hostil, 
    límite frío a nuestro amor! ¡Ay turbia 
    bestezuela de sombra, 
    que palpitas ahora entre mis dedos, 
    que repites ahora entre mis dedos 
    tu dura negativa de alimaña.

    Dámaso Alonso nació en Madrid en 1898. Catedrático, acádemico y poeta, impartió cursos de Literatura española en prestigiosas universidades de Europa y América. Colaborador asíduo de la Revista Española de Filología, dirigió la Biblioteca Románica Hispánica, en la que aparecieron los textos de mayor importancia en el campo de la crítica literaria y de investigación filológica española. Su obra se proyecta en una triple dimensión: la investigación literaria, la prosa y la creación poética. En el primer campo, centra su interés en los autores del siglo de Oro. Destaca la edición de Soledades de Góngora. Un extraordinario trabajo de investigación e interpretación que analiza con fino espíritu de poeta el mundo metafórico del autor barroco. Como poeta, desde sus poemas iniciales hasta su consagración con Hijos de la ira, su estilo evoluciona ágilmente hacia la liberación de los vínculos clásicos de la rima y la forma, en un claro proceso de perfeccionamiento poético. Hijos de la ira (1944) constituye una de las obras más bellas y representativas de la poesía moderna española. En 1978 le fue concedido el Premio Cervantes. Falleció en Madrid en 1990.