Quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito, de Elvira Sastre | Poema

    Poema en español
    Quiero hacer contigo todo lo que la poesía aún no ha escrito

    Cualquiera diría al verte 
    que los catastrofistas fallaron: 
    no era el fin del mundo lo que venía, 
    eras tú. 

    Te veo venir por el pasillo 
    como quien camina dos centímetros por encima del aire 
    pensando que nadie le ve. 
    Entras en mi casa 
    -en mi vida- 
    con las cartas y el ombligo boca arriba, 
    con los brazos abiertos 
    como si esta noche 
    me ofrecieras barra libre de poesía en tu pecho, 
    con las manos tan llenas de tanto 
    que me haces sentir que es el mundo el que me toca 
    y no la chica más guapa del barrio. 

    Te sientas 
    y lo primero que haces es avisarme: 
    No llevo ropa interior 
    pero a mi piel le viste una armadura. 
    Te miro 
    y te contesto: 
    Me gustan tanto los hoy 
    como miedo me dan los mañana. 

    Y yo sonrío 
    y te beso la espalda 
    y te empaño los párpados 
    y tu escudo termina donde terminan las protecciones: 
    arrugado en el cubo de la basura. 
    Y tú sonríes 
    y descubres el hormigueo de mi espalda 
    y me dices que una vida sin valentía 
    es un infinito camino de vuelta, 
    y mi miedo se quita las bragas 
    y se lanza a bailar con todos los semáforos en rojo. 

    Beso 
    uno a uno 
    todos los segundos que te quedas en mi cama 
    para tener al reloj de nuestra parte; 
    hacemos de las despedidas 
    media vuelta al mundo 
    para que aunque tardemos 
    queramos volver; 
    entras y sales siendo cualquiera 
    pero por dentro eres la única; 
    te gusta mi libertad 
    y a mí me gusta sentirme libre a tu lado; 
    me gusta tu verdad 
    y a ti te gusta volverte cierta a mi lado. 

    Tienes el pelo más bonito del mundo 
    para colgarme de él hasta el invierno que viene; 
    gastas unos ojos que hablan mejor que tu boca 
    y una boca que me mira mejor que tus ojos; 
    guardas un despertar que alumbra las paredes 
    antes que la propia luz del sol; 
    posees una risa capaz de rescatar al país 
    y la mirada de los que saben soñar con los ojos abiertos. 

    Y de repente pasa, 
    sin esperarlo ha pasado. 
    No te has ido y ya te echo de menos, 
    te acabo de besar 
    y mi saliva se multiplica queriendo más, 
    cruzas la puerta 
    y ya me relamo los dedos para guardarte, 
    paseo por Madrid 
    y te quiero conmigo en cada esquina. 

    Si la palabra es acción 
    entonces ven a contarme el amor, 
    que quiero hacer contigo 
    todo lo que la poesía aún no ha escrito. 

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