Hay algo -gota a gota- que nos llena el vacío ¡Hondones del deseo! ¡Qué colmo de esperanzas! El oleaje arrastra caudales sin objeto y hay muchos anaqueles que ningún libro ocupa. ¿A dónde vamos, dime? Aún nos quedan paisajes con frondas ignoradas y orquídeas que navegan en busca de su nombre. Quisiéramos al fin la belleza absoluta que rebosa verdad porque la luz es nueva. Se borran las fechas del momento incendiado, pero nos grabarán como inicial las sienes. Es el fin o el principio de las augustas ruinas circulares. ¿Se pierde o se gana? Hay manos que triunfan al quedarse vacías y otras como puños que no conservan nada.
Es escribir a alguien o lanzarse al silencio, a nadar en lo oscuro, a encender una llama aunque ahoguen las dudas. ¿Carta a lo que no existe? Hay buzones alados que se disparan solos y un correo sin pistas ni trayecto seguro.
Hay algo -gota a gota- que nos llena el vacío ¡Hondones del deseo! ¡Qué colmo de esperanzas! El oleaje arrastra caudales sin objeto y hay muchos anaqueles que ningún libro ocupa. ¿A dónde vamos, dime? Aún nos quedan paisajes
El mar me pertenece lo hago pasar entero entre mis manos ávidas. Lo acaricio le doy la única mirada sencilla que me queda la que aún no han manchado ni el miedo ni la muerte.