El mundo es un tapiz de sombra y sueño,
y hay sólo una verdad en su mentira:
el que mira una luz en su diseño
no la conoce mientras más la mira.
Y es un espejo que, de cada cosa,
nos muestra un solo lado, y que nos miente;
pues la rosa que vemos no es la rosa,
y el espacio que ocupa es diferente.
El pensamiento nubla la esperanza
de encontrar una luz en la extrañeza
que habita en el pensar. Lo que tenemos
palabras son: saber, verdad, mudanza.
El mundo es falso; pero ¿qué es certeza?
Y sabemos que nunca lo sabremos.