Desmesura, de Francisca Aguirre | Poema

    Poema en español
    Desmesura

    A Javier Statié 
     
    Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo. 
    Luego, la vida hizo una pausa 
    y todo pareció recomponerse 
    como esos acertijos infantiles 
    en los que sólo falta una palabra, 
    una palabra necesaria y rara. 
    Pero dijo que no. Cerró los labios 
    y escuchó el gorgoteo de las sílabas 
    luchando por vivir a la intemperie. 
    Dijo que no. Y el tiempo oyó el silencio. 
    Luego, la vida hizo una pausa. 
    Y todo fue distinto: el dolor fue 
    más cauto, más sensato, 
    la lujuria lloró en su madriguera. 
    Y el tiempo inauguró sus máscaras: 
    hubo un pequeño espanto en los rincones, 
    temblaron los espejos agobiados 
    defendiendo impotentes el azogue. 
    Los pájaros callaron esa tarde 
    y la luna brilló blanca y sin manchas. 
    Ardió la noche como vieja tea 
    con la absurda avaricia de la muerte, 
    con su luto distante y pegajoso, 
    y un rencor resabiado y carcomido 
    descargó como lluvia en el desierto. 
    Entonces, sólo entonces, 
    oyó a su corazón ladrando 
    y se volvió despacio a los espejos 
    y los vio tiritar con mucho frío 
    y pedir compasión desde su escarcha. 
    Y no supo qué hacer con tanta desmesura: 
    cerró los labios y escuchó al silencio.