Testigo de excepción, de Francisca Aguirre | Poema

    Poema en español
    Testigo de excepción

    Un mar, un mar es lo que necesito. 
    Un mar y no otra cosa, no otra cosa. 
    Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre. 
    Un mar, un mar es lo que necesito. 
    No una montaña, un río, un cielo. 
    No. Nada, nada, 
    únicamente un mar. 
    Tampoco quiero flores, manos, 
    ni un corazón que me consuele. 
    No quiero un corazón 
    a cambio de otro corazón. 
    No quiero que me hablen de amor 
    a cambio del amor. 
    Yo sólo quiero un mar: 
    yo sólo necesito un mar. 
    Un agua de distancia, 
    un agua que no escape, 
    un agua misericordiosa 
    en que lavar mi corazón 
    y dejarlo a su orilla 
    para que sea empujado por sus olas, 
    lamido por su lengua de sal 
    que cicatriza heridas. 
    Un mar, un mar del que ser cómplice. 
    Un mar al que contarle todo. 
    Un mar, creedme, necesito un mar, 
    un mar donde llorar a mares 
    y que nadie lo note.