Causa del amor, de Francisco Brines | Poema

    Poema en español
    Causa del amor

    Cuando me han preguntado la causa de mi amor 
    yo nunca he respondido: Ya conocéis su gran belleza. 
    (Y aún es posible que existan rostros más hermosos.) 
    Ni tampoco he descrito las cualidades ciertas de su espíritu 
    que siempre me mostraba en sus costumbres, 
    o en la disposición para el silencio o la sonrisa 
    según lo demandara mi secreto. 
    Eran cosas del alma, y nada dije de ella. 
    (Y aún debiera añadir que he conocido almas superiores.) 

    La verdad de mi amor ahora la sé: 
    vencía su presencia la imperfección del hombre, 
    pues es atroz pensar 
    que no se corresponden en nosotros los cuerpos con las almas, 
    y así ciegan los cuerpos la gracia del espíritu, 
    su claridad, la dolorida flor de la experiencia, 
    la bondad misma. 
    Importantes sucesos que nunca descubrimos, 
    o descubrimos tarde. 
    Mienten los cuerpos, otras veces, un airoso calor, 
    movida luz, honda frescura; 
    y el daño nos descubre su seca falsedad. 

    La verdad de mi amor sabedla ahora: 
    la materia y el soplo se unieron en su vida 
    como la luz que posa en el espejo 
    (era pequeña luz, espejo diminuto); 
    era azarosa creación perfecta. 
    Un ser en orden crecía junto a mí, 
    y mi desorden serenaba. 
    Amé su limitada perfección. 

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