Ahora tienes que decirlo,
bien alto y bien claro.
Decirlo bien, nada de susurros
de altavoz descabezado.
Como tú sabes. Ya saben
de lo que eres capaz
cuando te escondes.
Acuérdate de la fuente,
agárrate al pasado y surge
como un árbol inesperado.
Acuérdate de nosotros,
de los que ya no estamos.
Tienes fracturas pendientes
con la justicia. Crecer
por las cuestas del ocaso,
¿hay segunda vez acaso?
No puedes quitar una coma
sin quitarte de en medio.
Busca la verdad como un verbo
en el diccionario de antónimos.
Estás harto. Ellos esperan
y tú; no avanzamos. Te lanzas al vacío,
a la red blanca que imaginas en el pozo,
la líquida seguridad de los años.
Humanos del mundo, escribíos.
Escribid vuestro nombre de futuro
en otros ojos.
Mirad lejos del nosotros.
Mirad distinto.
Mirad impresionismo.
Mirad abstracto.
Dejad de miraros entre vosotros
señalando al loco.
Escribid, malditos. Escribid
mientras podáis sujetaros
con tres dedos la esperanza.
Escribid bien, alto y claro.
Nadie vendrá a salvarnos.
Ninguna esfinge nos dirá si hemos acertado
antes de afilar su ingenio.
Los corruptos no comparten método
ni criterio con los justos.
No reparten tampoco el triunfo
que a los propios es ajeno.
1. Una vez me enamoré
1. 1. No hablaba mi idioma
1. 2. Decidí callar
1. 3. Ahora la amo entre mis dedos
1. 4. Sus ojos son de primavera
Si no te quise mañana,
por qué iba a quererte hoy, así,
como te querré en épocas pasadas.
Los planetas no se alinean
con las salamandras,
hojas secas se visten de guerras
bajo esta suela descalza.
Quizás, quizás, quizás...
las alas blancas
sólo eran blancas con sol de cara,
ni siquiera alas de esperanza.
La negra sombra de un águila.
Hasta mi nombre,
todos votan al invento
de la propaganda,
un desfalco a la carta.
Ni los sabios son inmunes a la ignorancia
ebria en dirección contraria.
No es para tanto
aceptar la muerte.
Para tanto es morirse
tan joven,
morirse antes de tiempo.
Lo peor es morir
antes de saber
que no se sobrevive
sin dinero. No aquí.
Uno se siente, a veces
como un envoltorio de aire;
como si la fragilidad de un globo
durase una vida consciente.
Entonces, uno trata de no respirar
demasiado fuerte;
entonces uno teme y tiembla
cuando sopla recuerdos ausentes.
Las estrellas esperan la luna
para lucir sus vestidos de noche
como la luz espera tu sonrisa
para iluminar los corazones.
Las dunas viajan de arena
cubriendo y descubriendo valles
como tus dedos viajan de seda
tapando y destapando huracanes.