Esta niña se lleva la flor, ¡que las otras no! Esta niña hermosa cuyos rizos son la cuna en que el día se recuesta al sol, cuya blanca frente la aurora nevó con bruñidos copos de su blanco humor. Pues en cuerpo y manos tal mano le dio de carmín nevado cual nunca se vio. Esta niña se lleva la flor, ¡que las otras no!
Arcos son sus cejas con que hiere Amor, con tan linda vista que a ninguno erró. Canela y azúcar sus mejillas son, y quien las divide, de leche y arroz. No es nada la boca, pero allí encontró sus perlas la aurora, su coral el sol. Esta niña se lleva la flor, ¡que las otras no!
No lava la cara con el alcanfor porque avergonzado de verla quedó. Y en sus descuidillos siempre confió como en los cuidados de mi tierno amor. Pues si canto, canta, llora cuando yo, ríe cuando río y baila a mi son. Esta niña se lleva la flor, ¡que las otras no!
Esta niña se lleva la flor, ¡que las otras no! Esta niña hermosa cuyos rizos son la cuna en que el día se recuesta al sol, cuya blanca frente la aurora nevó con bruñidos copos de su blanco humor. Pues en cuerpo y manos