Balada de las contra-verdades, de François Villon | Poema

    Poema en español
    Balada de las contra-verdades

    No hay preocupación, más que cuando se tiene hambre; 
    ni servicio, más que de enemigo; 
    ni se saborea si no es un fardo de heno; 
    ni gran vigilancia sino de hombre adormilado; 
    ni clemencia sino de traición; 
    ni seguridad sino de miedosos; 
    ni lealtad sino del regenerado; 
    ni más sensato que el enamorado. 

    No hay engendramiento sino en los baños; 
    ni buena fama sino de hombre afrentado; 
    ni risa sino después de un puñetazo; 
    ni prestigio, sino tras negar las deudas; 
    ni auténtico amor, sino en la adulación; 
    ni buen encuentro, sino con los desgraciados; 
    ni verdadero informe, sino en la mentira; 
    ni más sensato que el enamorado. 

    Ni reposo semejante a vivir en la preocupación; 
    ni se puede hacer honor mayor que decir bah; 
    ni vanagloria, sino de falsos acuñadores; 
    ni salud, sino la de hombre abotargado; 
    ni alta osadía, sino la de cobardía; 
    ni razón, más que en el enfurecido; 
    ni dulzura, sino en la mujer aturdida; 
    ni más sensato que el enamorado. 

    ¿Queréis que os diga la verdad? 
    No hay juego sino en la enfermedad; 
    palabra verdadera, sino en la tragedia; 
    cobarde, sino caballeroso; 
    sonido horrible, sino melodía; 
    ni más sensato que el enamorado.