Uno por uno es el hombre cualquiera como Dios manda y ese salvar las distancias que -mala cuenta- se cantan.
Dos por uno es la evidencia que en un dos por tres tendrás. Dos por cuatro, buen compás. Dos por cinco, la sorpresa del diez redondo y total. ¡Qué divino es, por humano, el sistema decimal!.
Cero por cero es la luz Cero por uno, el problema (Pues con él yo creo el tú). Cero por dos, el amor. También cero, mas en ¡oh! (¡Oh!, que es un eco en yo). Cero por tres... ¡Atención!. Debe haber algún error, Pues cuanto más multiplico Más repito: yo, yo, yo.
¡Qué extraño es verme aquí sentado, y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar, y oír como una lejana catarata que la vida se derrumba, y cerrar los ojos, y abrirlos, y mirar!
Cuando llueve, y reviso mis papeles, y acabo tirando todo al fuego: poemas incompletos, pagarés no pagados, cartas de amigos muertos, fotografías, besos guardados en un libro, renuncio al peso muerto de mi terco pasado,
Las máquinas nos mascan con dientes igualitos y salen aeroplanos, gramolas, ascensores... ; del sudor y la sangre, un mundo limpio y nuevo. (Y a veces instantáneos palacios de luz loca donde los millonarios gastan todos sus ceros.)
Nosotros desapareceremos y las cosas-cosas subsistirán. A fin de cuentas, los sistemas atómicos de la silla en que me siento y de la copa en que bebo son más estables - es decir, más inmortales - que yo.
Función de Uno - Equis - Ene: Uno es Ene menos alguien; Ene, el Uno colectivo; Equis, el orden sin nadie. Planteamiento en Uno Aparecer. Y gritar. Ser deslumbrante un momento. Quemarse en el entusiasmo. Y luego, escuchar el eco.