Todos poseen el cielo, el amor y la tumba, no queremos ocuparnos de eso, ya se ha discutido y estudiado bastante en nuestra civilización. Pero lo que es nuevo es la cuestión acerca de la sintaxis y esto es urgente: ¿por qué expresamos algo? ¿Por qué rimamos, o dibujamos una muchacha del natural o de un espejo o garabateamos en un trozo de papel innumerables plantas, copas de árboles, murallas, estas últimas como gruesas larvas con cabeza de tortuga arrastrándose aterradoramente diminutas en un orden determinado?
¡Cuestión aplastante y sin respuesta! No es a causa de los honorarios: muchos son los que mueren de hambre por ello. No, es un impulso de la mano, gobernada desde lejos, un estrato del cerebro, quizá un brujo que llega con retraso, o un totem un priapismo formal a costa del contenido, ya pasará, pero hoy día la sintaxis es lo principal. 'Los pocos que de ello han comprobado algo' -(Goethe). ¿De qué? Pienso: de la sintaxis.
Todos poseen el cielo, el amor y la tumba, no queremos ocuparnos de eso, ya se ha discutido y estudiado bastante en nuestra civilización. Pero lo que es nuevo es la cuestión acerca de la sintaxis y esto es urgente: ¿por qué expresamos algo?
Cuando leemos sobre mariposas, sobre cañaverales, sobre abejas y que un bello verano se mece sobre esto, preguntamos si existen estas dichas, si no existe un engaño detrás de ello, y también si el laúd del que ellos hablan,
'Tener las ideas confusas y no saber escribir no es surrealismo'.
Es que son humanos, se piensa cuando el camarero choca con una mesa, una mesa invisible, una mesa de clientes habituales, o algo parecido, en un rincón,