En un banco en una plazoleta
hay un hombre que te llama cuando pasas
lleva gafas y un viejo traje gris
fuma una colilla está sentado
y te llama cuando pasas
o simplemente te hace una seña
no hay que mirarle
no hay que escucharle
hay que pasar de largo
fingir que no le has visto
que su voz no se oye
hay que pasar de largo y apurar el paso
si lo miras
si lo escuchas
hace señas y nadie
puede evitar que vayas a sentarte a su lado
entonces te mira y sonríe
y tú sufres atrozmente
y el hombre continúa sonriendo
y tú sonríes con su misma sonrisa
exactamente
cuanto más sonríes más sufres
atrozmente
cuanto más sufres más sonríes
irremediablemente
y allí te quedas
sentado inmovilizado
sonriendo en el banco
unos niños juegan cerca de vosotros
algunos paseantes pasan
tranquilamente
algunos pájaros vuelan lejos
dejando un árbol
por otro
y tú te quedas allí
en el banco
y sabes sabes
que nunca más jugarás
como esos niños
sabes que nunca más pasarás
tranquilamente
como esos paseantes
que nunca más volarás
dejando un árbol por otro
como esos pájaros.