Todo se iba, de Jacques Prévert | Poema

    Poema en español
    Todo se iba

    Había mujeres débiles, 
    y además mujeres fáciles 
    y mujeres fatales 
    que lloraban gritaban sollozaban 
    delante de hombres de paja 
    que ardían 
    Niños extraviados corrían por calles en ruinas 
    muy pálidos al saber que nunca más volverían a encontrarse 
    Y jefes de familia 
    que ya no distinguían el suelo del techo 
    revoloteaban de un piso al otro 
    en una lluvia de felpudos de lámparas de cucharillas y de plumones 
    Todo se iba 
    La ciudad se desmoronaba 
    bullía 
    se desmenuzaba 
    y giraba sobre sí misma 
    sin que pareciera moverse 
    Unos cerdos negros cegados 
    en la súbita oscuridad 
    de una pocilga moderna en desuso 
    galopaban 
    La ciudad se iba 
    sudando sangre yagua 
    envases de gas reventados 
    Los que sólo soñaron en heridas y golpes 
    se despertaban 
    decapitados 
    habiendo perdido peines y cepillos 
    y otras cositas mundanas 
    Una boda muy negra muerta de pie 
    desde el padrino hasta los novios 
    conservaban un equilibrio de ceniza petrificada 
    frente a un fotógrafo 
    torrado aterrado 
    Ruinas recientes totalmente nuevas 
    homenaje de guerra 
    juegos de rompecabezas 
    ganancias y pérdidas 
    leña y carbón 
    En lo que quedaba de una casa de obreros 
    una tortilla abandonada 
    colgaba como ropa vieja 
    sobre un ventanal roto 
    y en las migajas de un viejo lecho calcinado mezcladas con el 
       serrín gris de un armario volatilizado 
    la carne humana se incorporaba al asado de carne comestible 

    En las bambalinas del progreso 
    hombres íntegros proseguían integralmente la desintegración 
       progresiva de la materia viva 
    desamparada.