El pescador, de Johann Wolfgang von Goethe | Poema

    Poema en español
    El pescador

    Hinchada el agua, espumajea, 
    mientras sentado el pescador 
    que algún pez muerda el anzuelo 
    plácido aguarda y bonachón. 
    De pronto la onda se rasga, 
    y de su seno-¡oh maravilla!- 
    toda mojada, una mujer 
    saca su grácil figurilla. 

    Y con voz rítmica le increpa: 
    -¿Por qué, valiéndote de mañas, 
    hombre cruel, tiras de mí 
    para que muera en esta playa? 
    ¡Si tú supieras qué delicia 
    allá se goza bajo el agua, 
    tal como estas te arrojarías 
    al mar, dejando en paz la caña! 

    ¿No ves al sol, no ves la luna 
    cómo en las ondas se recrean? 
    ¿Doble de hermosos no parecen 
    cuando en las agujas se reflejan? 
    ¿No te seduce el hondo cielo 
    cuando su azul, húmedo muesta? 
    Cuando este aljófar lo salpica, 
    ¿del propio rostro no te prendas? 

    Hinchada el agua, espumajea, 
    del pescador lame los pies; 
    siente el cuitado una nostalgia, 
    cual si a su amada viera fiel. 
    Cantaba un tanto la sirena, 
    todo pasó en un santiamén; 
    tiró ella de él, resbaló el hombre, 
    nunca más se dejó ver. 

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