Era mi amiga, pero yo la amaba yo la amaba en silencio puramente, y mientras sus amores me contaba yo escuchaba sus frases tristemente.
Era mi amiga, pero me gustaba y mi afán era verla a cada instante. Nunca supo el amor que yo albergaba porque siempre me hablaba de su amante.
Era mi amiga para todo el mundo porque a nadie mi amor yo confesaba, pero yo la quería muy profundo y forzosamente me callaba.
Era mi amiga, y mi cuerpo sentía estremecer si ella me miraba, al oírla junto a mí feliz me hacía más de este amor ella nunca supo nada y aunque sólo mi amistad yo le ofrecía, era mi amiga, pero yo la amaba.
Únicamente el río conoce tu secreto, ese secreto tuyo que es el secreto mío. El río es un hombre de corazón inquieto pero el amor se aleja como el agua del río.
Sólo tú y yo sabemos lo que ignora la gente al cambiar un saludo ceremonioso y frío, porque nadie sospecha que es falso tu desvío, ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.
Árbol, buen árbol, que tras la borrasca te erguiste en desnudez y desaliento, sobre una gran alfombra de hojarasca que removía indiferente el viento...
Así estás todavía de pie bajo la lluvia, bajo la clara lluvia de una noche de invierno. de pie bajo la lluvia me llega tu sonrisa, de pie bajo la lluvia te encuentra mi recuerdo.