A mí me ha sucedido muchas veces ir caminando y encontrarme de pronto una palabra que había dicho hace tantos amores a estas horas, hace tantos latidos y amarguras, cuando la adolescencia. Ella tenía aproximadamente dieciocho
Para que algo quede de este latir, para que, si alguien quiere mirarse, pueda; para calmar quizá alguna sed, y que alguien diga «a mí me pasó algo semejante».
¡Qué hermoso nacer para esto que nacemos! Para entregarle cada día al sol nuestros cuerpos, y los cabellos al mensaje que la lluvia les trae; para escuchar alternativamente a la esperanza y los pájaros.