Pescador de luna, de José Gorostiza | Poema

    Poema en español
    Pescador de luna

    Cuando me mira los faroles rojos 
    en la orilla del mar, 
    mi pescador, el de profundos ojos, 
    pone sus negras redes a pescar. 

    ( El mar ante la noche se ilumina, 
    y sus olas doradas, al nacer, 
    florecen como un ansia repentina 
    en ojos de mujer. ) 

    Pez de luna bruñida no se pesca, 
    pescador. 
    Agua del golfo, la ondulada y fresca, 
    deja que riegue la orilla con amor. 

    No persigas la forma del lucero, 
    que ni el agua dormida la dará; 
    si él, como un sonámbulo viajero, 
    sólo viene y se va. 

    Que, pobres, las corrientes y la charca 
    encierran ilusión, 
    y ajenos al peligro de tu barca 
    vienen sueños de luz al corazón. 

    Con los ojos, ya tímidos, escarbas 
    en los mares rebeldes a cincel, 
    y puede correr llanto por tus barbas 
    de serpientes de miel. 

    El agua misma, la ondulada y fresca, 
    ponga un poco de sol en tu dolor. 
    ¡Pez de luna bruñida no se pesca, 
    pescador!