Árdeme, de Juan Gelman | Poema

    Poema en español
    Árdeme

    Habítame, penétrame. 
    Sea tu sangre una con mi sangre. 
    Tu boca entre mi boca. 
    Tu corazón agrande el mío hasta estallar… 

    Desgárrame. 
    Caigas entera en mis entrañas. 
    Anden tus manos en mis manos. 
    Tus pies caminen en mis pies, tus pies. 

    Árdeme, árdeme. 
    Cólmeme tu dulzura. 
    Báñeme tu saliva el paladar. 
    Estés en mí como está la madera en el palito. 

    Que ya no puedo así, con esta sed 
    quemándome. 
    Con esta sed quemándome. 
    La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

    • No sé por qué te amo. 
      Sé que por eso te amo. 
      Cae mi lengua, como la de Catulo, 
      en su doble noche de deseo. 
      Nadie vuelve de vos 
      a lo que fue. Cuando callan 
      las palabras inevitables, las 
      repeticiones del dolor y 
      los huecos de la tiniebla alta, 

    • ¿se fue por el aire o era 
      una invención de cuello verde 
      Isidoro Ducasse de Lautréamont 
      se fue por el aire o era: 
      una invención de cuello verde 
      un Isidoro del otro amor 
      que comía rostros podridos 
      melancolías desesperos 

    • Y construí tu rostro. 
      Con adivinaciones del amor, construía tu rostro 
      en los lejanos patios de la infancia. 
      Albañil con vergüenza, 
      yo me oculté del mundo para tallar tu imagen, 
      para darte la voz, 
      para poner dulzura en tu saliva. 

    • En un colchón de piedras duerme 
      el saqueo del sueño, la 
      lengua cortada en pedacitos 
      de la memoria a la linda alondra. 
      Qué es una alondra preguntaba 
      la multitud que come altura, el 
      existir que no quiere 
      ser ensuciado, la violenta 

    • Padre, 
          desde los cielos bájate, he olvidado 
      las oraciones que me enseñó la abuela, 
      pobrecita, ella reposa ahora, 
      no tiene que lavar, limpiar, no tiene 
      que preocuparse andando el día por la ropa, 
      no tiene que velar la noche, pena y pena,