Soy el animal de fondo, de Juan Ramón Jiménez | Poema

    Poema en español
    Soy el animal de fondo

    «En fondo de aire» (dije) «estoy», 
    (dije) «soy animal de fondo de aire» (sobre tierra), 
    ahora sobre mar; pasado, como el aire, por un sol 
    que es carbón allá arriba, mi fuera, y me ilumina 
    con su carbón el ámbito segundo destinado. 

    Pero tú, dios, también estás en este fondo 
    y a esta luz ves, venida de otro astro; 
    tú estás y eres 
    lo grande y lo pequeño que yo soy, 
    en una proporción que es ésta mía, 
    infinita hacia un fondo 
    que es el pozo sagrado de mí mismo. 

    Y en este pozo estabas antes tú 
    con la flor, con la golondrina, el toro 
    y el agua; con la aurora 
    en un llegar carmín de vida renovada; 
    con el poniente, en un huir de oro de gloria. 
    En este pozo diario estabas tú conmigo, 
    conmigo niño, joven, mayor, y yo me ahogaba 
    sin saberte, me ahogaba sin pensar en ti. 
    Este pozo que era, sólo y nada más ni menos, 
    que el centro de la tierra y de su vida. 

    Y tú eras en el pozo májico el destino 
    de todos los destinos de la sensualidad hermosa 
    que sabe que el gozar en plenitud 
    de conciencia amadora, 
    es la virtud mayor que nos trasciende. 

    Lo eras para hacerme pensar que tú eras tú, 
    para hacerme sentir que yo era tú, 
    para hacerme gozar que tú eras yo, 
    para hacerme gritar que yo era yo 
    en el fondo de aire en donde estoy, 
    donde soy animal de fondo de aire, 
    con alas que no vuelan en el aire, 
    que vuelan en la luz de la conciencia 
    mayor que todo el sueño 
    de eternidades e infinitos 
    que están después, sin más que ahora yo, del aire.

    Juan Ramón Jiménez (1881-1958) es un autor esencial para la poesía en lengua española. Sus propuestas estéticas marcan una línea divisoria entre el Romanticismo de Espronceda y Bécquer, bajo cuya influencia escribe sus primeros versos, y el Modernismo y las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX. Deslumbran en su poesía el rico caudal de sus luminosas imágenes y la profundidad conceptual y simbólica de sus versos. El exilio en América durante las décadas de los cuarenta y cincuenta enriquece su poesía, la cual adquiere una dimensión cósmica y mística sin precedentes en la tradición española. No en vano fue Premio Nobel de Literatura en 1956 por el conjunto de su obra.