Poesía indignada, de Laura Gómez Recas | Poema

    Poema en español
    Poesía indignada

    Les confiamos las llaves 
    que abrieron puertas al pueblo 
    y las llevan en los bolsillos, 
    dejando el peso esclavo de la historia 
    en la nueva oscuridad que tanteamos. 

    No dejan que el árbol crezca, 
    manipulan la palabra, la doman 
    y hacen de ella un sumiso lupanar. 

    Claudicaron y nos cierran las puertas, 
    en un redil inmenso nos convencen 
    y trazan con argucias argumentos 
    que nos hacen comer entre su pan. 

    Pero las llaves son nuestras todavía, 
    las llaves son la herencia que reúne 
    la batalla de tres siglos sin cerrar. 

    Y hoy las nubes amansan el cielo 
    con una lluvia de frescura, 
    y las horas sufren de libertad en Sol. 

    Y miran para otro lado 
    o no saben dónde mirar. 
    Aturdidos, 
    ante el grito silencioso e indignado, 
    están perdidos 
    porque así se cambia el mundo 
    que estaba tan dormido, 
    tan hundido entre basura, 
    tan ausente en la mentira. 

    Queremos decir y decimos, 
    queremos estar y estamos, 
    queremos sujetar las alas democráticas 
    con nuestro vuelo. 
    Las estamos limpiando de alquitrán. 
    Nos la están matando 
    y la queremos viva, 
    nos la están callando 
    y la queremos presente, nuestra y capaz. 

    Tenemos las armas en el corazón, 
    la razón en la cabeza 
    y, entre las manos, el futuro y la libertad. 

    ¡Miradnos! 
    La democracia os está hablando.