Aprended, flores, en mí, de Luis de Góngora | Poema

    Poema en español
    Aprended, flores, en mí

    Aprended, flores, en mí 
    lo que va de ayer a hoy, 
    que ayer maravilla fui 
    y hoy sombra mía aun no soy. 

    La aurora ayer me dio cuna, 
    la noche ataúd me dio; 
    sin luz muriera si no 
    me la prestara la luna: 
    pues de vosotras ninguna 
    deja de acabar así, 
    aprended, flores, en mí 
    lo que va de ayer a hoy, 
    que ayer maravilla fui, 
    y hoy sombra mía aun no soy. 

    Consuelo dulce el clavel 
    es a la breve edad mía, 
    pues quien me concedió un día 
    dos apenas le dio a él; 
    efímeras del vergel, 
    yo cárdena, él carmesí. 
    Aprended, flores, en mí 
    lo que va de ayer a hoy, 
    que ayer maravilla fui 
    y hoy sombra mía aún no soy. 

    Flor es el jazmín, si bella, 
    no de las más vividoras, 
    pues dura pocas más horas 
    que rayos tiene de estrella; 
    si el ámbar florece, es ella 
    la flor que él retiene en sí. 
    Aprended, flores, en mí 
    lo que va de ayer a hoy, 
    que ayer maravilla fui, 
    y hoy sombra mía aun no soy. 

    El alhelí, aunque grosero 
    en fragancia y en color, 
    más días ve que otra flor, 
    pues ve los de un mayo entero: 
    morir maravilla quiero 
    y no vivir alhelí. 
    Aprended, flores, en mí 
    lo que va de ayer a hoy, 
    que ayer maravilla fui, 
    y hoy sombra mía aun no soy. 

    A ninguna flor mayores 
    términos concede el sol 
    que al sublime girasol, 
    Matusalén de las flores: 
    ojos son aduladores 
    cuantas en él hojas vi. 
    Aprended, flores, en mí 
    lo que va de ayer a hoy, 
    que ayer maravilla fui 
    y hoy sombra mía aún no soy.