Vuelas, oh tortolilla, de Luis de Góngora | Poema

    Poema en español
    Vuelas, oh tortolilla

    Vuelas, oh tortolilla, 
    y al tierno esposo dejas 
    en soledad y quejas; 
    vuelves después gimiendo, 
    recíbete arrullando, 
    lasciva tú, si él blando. 
    Dichosa tú mil veces, 
    que con el pico haces 
    dulces guerras de Amor y dulces paces. 

    Testigo fue a tu amante 
    aquel vestido tronco 
    de algún arrullo ronco; 
    testigo también tuyo 
    fue aquel tronco vestido 
    de algún dulce gemido; 
    campo fue de batalla 
    y tálamo fue luego: 
    árbol que tanto fue perdone el fuego. 

    Mi piedad una a una 
    contó, aves dichosas, 
    vuestras quejas sabrosas; 
    mi envidia ciento a ciento 
    contó, dichosas aves, 
    vuestros besos süaves. 
    Quien besos contó y quejas 
    las flores cuente a Mayo, 
    y al cielo las estrellas rayo a rayo. 

    Injuria es de las gentes 
    que de una tortolilla 
    Amor tenga mancilla, 
    y que de un tierno amante 
    escuche, sordo, el ruego 
    y mire el daño, ciego. 
    Al fin es dios alado, 
    y plumas no son malas 
    para lisonjear a un dios con alas.