A Asunción en su álbum, de Manuel Acuña | Poema

    Poema en español
    A Asunción en su álbum

    Mire usted, Asunción: aunque algún ángel 
    metiéndose a envidioso, 
    conciba allá en el cielo el mal capricho 
    de venir por la noche a hacerle el oso 
    y en un acto glorioso 
    llevársela de aquí, como le ha dicho 
    no sé que nigromante misterioso, 
    no vaya usted, por Dios, a hacerle caso, 
    ni a dar con el tal ángel un mal paso; 
    estese usted dormida, 
    debajo de las sábanas metida, 
    y deje usted que la hable 
    y que la vuelva a hablar y que se endiable, 
    que entonces con un dedo 
    puesto sobre otro en cruz, ¡afuera miedo! 
    No vaya usté a rendirse 
    ante el ruego o las lágrimas y a irse... 
    Que donde usted nos deje 
    por seguir en el vuelo a su Tenorio, 
    después irá a llorar al purgatorio 
    sin tener quien la mime, aunque se queje... 
    Conque mucho cuidado 
    si siente usted un ángel a su lado, 
    que yo, como su amigo, 
    con tal que usted me lo permita, 
    le aconsejo y le digo 
    que después de Rosario y Margarita 
    no admita usted más ángeles consigo. 
    Estese usted con ellas 
    compartiendo delicias e ilusiones 
    todas las horas tienen que ser bellas; 
    viva usted muchos años 
    (como un humilde criado le diría) 
    y mañana que sola o entre extraños 
    se encuentre por desgracia en este día, 
    si busca usted una alma que la ame, 
    llame usted a mi pecho, y con que llame, 
    si no estoy muerto encontrará la mía.

    Manuel Acuña nació en Saltillo (México) en 1849. Se inscribe en los estudios de Medicina en 1868, aunque se dedica principalmente a la Literatura. En 1869 funda la Sociedad Literaria Nezahualcóyotl y comienza a publicar sus primeros poemas en la revista Iberia. Su obra está caracterizada por un romanticismo vehemente y la oposición directa al racionalismo. Su novela El pasado (1872) y sobre todo sus poemas, rápidamente difundidos, se asemejan al estilo de autores clásicos del Romanticismo, como Espronceda o Heine. Sus poemas, entre los que destacan Ante un cadáver y Nocturno, fueron reunidos y publicados póstumamente en 1874, un año después del suicidio por amor del poeta, a los 24 años de edad.