Por eso, de Manuel Acuña | Poema

    Poema en español
    Por eso

    Porque eres buena, inocente 
    como un sueño de doncella, 
    porque eres cándida y bella 
    como un nectario naciente. 

    Porque en tus ojos asoma 
    con un dulcísimo encanto, 
    todo lo hermoso y lo santo 
    del alma de una paloma. 

    Porque eres toda una esencia 
    de castidad y consuelo, 
    porque tu alma es todo un cielo 
    de ternura y de inocencia. 

    Porque al sol de tus virtudes 
    se mira en ti realizado 
    el ideal vago y soñado 
    de todas las juventudes; 

    por eso, niña hechicera, 
    te adoro en mi loco exceso; 
    por eso te amo, y por eso 
    te he dado mi vida entera. 

    Por eso a tu luz se inspira 
    la fe de mi amor sublime; 
    ¡por eso solloza y gime 
    como un corazón mi lira! 

    Por eso cuando te evoca 
    mi afán en tus embelesos, 
    siento que un mundo de besos 
    palpita sobre mi boca. 

    Y por eso entre la calma 
    de mi existencia sombría, 
    mi amor no anhela más día 
    que el que una mi alma con tu alma.

    Manuel Acuña nació en Saltillo (México) en 1849. Se inscribe en los estudios de Medicina en 1868, aunque se dedica principalmente a la Literatura. En 1869 funda la Sociedad Literaria Nezahualcóyotl y comienza a publicar sus primeros poemas en la revista Iberia. Su obra está caracterizada por un romanticismo vehemente y la oposición directa al racionalismo. Su novela El pasado (1872) y sobre todo sus poemas, rápidamente difundidos, se asemejan al estilo de autores clásicos del Romanticismo, como Espronceda o Heine. Sus poemas, entre los que destacan Ante un cadáver y Nocturno, fueron reunidos y publicados póstumamente en 1874, un año después del suicidio por amor del poeta, a los 24 años de edad.