Yo tuve el corazón capaz de lluvia. Ocurría febrero con sus alas y el tiempo digital nos puso juntas las manos y los ojos y los cuerpos: toda la tierra que el amor excusa.
Igual que el viento en las banderas altas se comportó en nosotros esta música.
Me fui quedando acompañado y cierto, entendido en los bosques de mi jungla, leñador orgulloso de raíces que no debieron nunca estar ocultas. Lo de siempre se puso a ser distinto: el mar entero cupo en una urna, el hielo de los vasos provenía de una lejana nieve, nuestra y única, mis manos migratorias se quedaron a vivir en tu tierra más profunda y en mi boca, de siempre descontenta, dimitían de pronto las preguntas.
Presenciadas por dos cambian las torres, la muerte aplaza sus gestiones últimas y estar vivo se agita y condecora. La muerte debe ser como un espejo donde uno mira y mira sin ver nunca. Ven cerca. Más. Que entre los dos no quepa ninguna muerte ni ninguna duda. Te hablo desde febrero y desde siempre: sabemos del amor por lo que alumbra, por lo que tuerce y acrecienta y rige, por su forma de andar en la penumbra... Y así, sobre semanas perseguidas izamos con esfuerzo nuestra alma.
Este jueves depende de tu boca. Debes cuidarlo igual que un parque a un niño, como cuida el otoño cada hoja y le procura el aire necesario para que se reúna con las otras.
Yo tuve el corazón capaz de lluvia. Ocurría febrero con sus alas y el tiempo digital nos puso juntas las manos y los ojos y los cuerpos: toda la tierra que el amor excusa.
Igual que el viento en las banderas altas se comportó en nosotros esta música.
Un arcángel me ronda indiferente, oigo sus alas cerca de mi aliento; un arcángel me ronda, yo lo siento con el peso del aire por mi frente. El me enseñó a decir “inútilmente” y a darle los propósitos al viento; su espada, del metal del desaliento
Lo mejor del recuerdo es el olvido... Málaga naufragaba y emergía... Manuel, junto a la mar, desentendido; yo era un niño jugando a la alegría. Ahora juego a todo lo que obliga la impuesta profesión de ser humano, y a veces, al final de la fatiga,