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Los pájaros que en sus nidos mueren, ¿a dónde se van? ¿Y en qué lugar escondidos están, muertos o dormidos, los besos que no se dan?
Nacen, y al punto traviesos hallar la salida quieren; ¡pero como nacen presos, se enferman pronto mis besos y, apenas nacen, se mueren!
En vano con raudo giro éste a mis labios llegó. Si lejos los tuyos miro... ¿sabes lo que es un suspiro? ¡Un beso que no se dio!
¡Qué labios tan carceleros! ¡Con cadenas y cerrojos los aprisionan severos., y apenas los prisioneros se me asoman a los ojos!
¡Pronto rompe la cadena de tan injusta prisión, y no mueran más de pena, que ya está de besos llena la tumba del corazón!
¿Qué son las bocas? Son nidos. ¿Y los besos? ¡Aves locas! Por eso, apenas nacidos, de sus nidos aburridos salen buscando otras bocas.
¿Por qué en cárcel sepulcral se trueca el nido del ave? ¿Por qué los tratas tan mal, si tus labios de coral son los que tienen la llave?
-Besos que, apenas despiertos, volar del nido queréis a sus labios entreabiertos, en vuestra tumba, mis muertos, dice: ¡Resucitaréis!