La mujer es un bello, implacable animal, de María Ángeles Pérez López | Poema

    Poema en español
    La mujer es un bello, implacable animal

    La mujer es un bello, implacable animal 
    que se pinta con nieve el corazón. 
    Una osezna que hiberna largamente 
    pero pare a sus crías en el frío, 
    un animal feroz, sobrepasado 
    por su propia pasión, temperatura 
    que derrite la escarcha y los desaires. 
    Mientras el oso duerme, merodea, 
    mastica con desgana los recuerdos 
    y rebaja su tasa metabólica, 
    ella desgasta el tiempo del glaciar 
    como hielo que vive en su tormenta, 
    su estallido feliz, cristalográfico 
    que le devuelve el modo más flexible 
    y líquido, también nombrado amor 
    o arroyo que le corre por las patas 
    y hace bajar al hijo, a los oseznos 
    hasta el suelo en que habrán de levantarse. 
    Entonces toma nieve y se calienta 
    el corazón blanquísimo y ardiendo 
    en su aterida cueva silenciosa. 
    A nada temerá, con sus dos manos 
    arranca sus criaturas, sus pesares, 
    baja vida caliente de sus ingles, 
    de sus huesos inmensos y esponjosos 
    que se abren con dolor mientras hiberna. 
    Las lágrimas de esfuerzo y de alegría 
    pintan de sal su pelo entumecido 
    y al caer sobre el hielo lo disuelven. 
    Con el perfecto blanco sobre blanco, 
    la floración arisca del invierno 
    reverdece al igual que la mujer.