Todo dice que sí, de Pedro Salinas | Poema

    Poema en español
    Todo dice que sí

    Todo dice que sí. 
    Sí del cielo, lo azul, 
    y sí, lo azul del mar; 
    mares, cielos, azules 
    con espumas y brisas, 
    júbilos monosílabos 
    repiten sin parar. 
    Un sí contesta sí 
    a otro sí. Grandes diálogos 
    repetidos se oyen 
    por encima del mar 
    de mundo a mundo: sí. 
    Se leen por el aire 
    largos síes, relámpagos 
    de plumas de cigüeña, 
    tan de nieve, que caen, 
    copo a copo, cubriendo 
    la tierra de un enorme, 
    blanco sí. Es el gran día. 
    Podemos acercarnos 
    hoy a lo que no habla: 
    a la peña, al amor, 
    al hueso tras la frente: 
    son esclavos del sí. 
    Es la sola palabra 
    que hoy les concede el mundo. 
    Alma, pronto, a pedir, 
    a aprovechar la máxima 
    locura momentánea, 
    a pedir esas cosas 
    imposibles, pedidas, 
    calladas, tantas veces, 
    tanto tiempo, y que hoy 
    pediremos a gritos. 
    Seguros por un día 
    —hoy, nada más que hoy— 
    de que los «no» eran falsos, 
    apariencias, retrasos, 
    cortezas inocentes. 
     Y que estaba detrás, 
    despacio, madurándose, 
    al compás de este ansia 
    que lo pedía en vano, 
    la gran delicia: el sí. 

    Pedro Salinas (Madrid, 1891-Boston, 1951), autor de poemarios emblemáticos como Seguro azar, La voz a ti debida o El contemplado, es una figura clave del panorama cultural español del siglo XX. También cabe destacar su obra epistolar, en la que destaca Cartas a Katherine Whitmore y su Correspondencia (1923-1951) con el también poeta Jorge Guillén. Su vida, consagrada a la poesía y a la literatura, estuvo marcada por su exilio a Estados Unidos en 1936.