Cuando te conocí venía de estar muerto
Muerto y amortajado en mis propios recuerdos
Venía de esconderme en una grave locura
que tomaba mi vida y se la ofrecía al viento
para que él la llevara a un lugar ciego lejos
libre de aquellas cosas que parecen la vida
y que la ocultan a costas de nuestra lozanía
Libre de la desdicha de ser amargo y solo
Cuando te conocí hasta el sol era enemigo
Las palabras habían huido de mi voz
Llevaba tantas noches sin tomar una mano
que era de dolor y hielo el hueso de las mías
Hoy estás allí en la intimidad de mi hamaca
tendiendo como un fauno priápico y soñoliento
el cuerpo de tu virginidad entregada
No te amo demasiado pero te necesito más que al poema
Dibujo tu perfil del faro a las murallas
Luz de alucinación son tus ojos de hierro
El mar salta en las piedras y mi alma se equivoca
El sol se hunde en el agua y el agua es puro fuego
Eres casi de sueño Eres casi de piedra en el vaivén del tiempo
Cuando te conocí venía de estar muerto
Muerto y amortajado en mis propios recuerdos
Venía de esconderme en una grave locura
que tomaba mi vida y se la ofrecía al viento
para que él la llevara a un lugar ciego lejos
libre de aquellas cosas que parecen la vida
En el cielo profundo de mis masturbaciones
ocupas ese ámbito de deseo irrefrenable y voraz
Inagotable y tierno que te devora el sexo
aunque tú no lo sepas Tu cuerpo habita el mío
Y es tan mío como no pudo serlo allá
en la realidad Es mío cuando yo te deseo
Que te vas a acordar Isabel
de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio
de las muñecas de trapo que eran nuestros hijos
de la baranda donde llegaban los barcos de La
Habana cargados de...
Cuando tenías los ojos dorados
como pluma de pavo real
En este cuerpo
En el cual la vida ya anochece
Vivo yo
Vientre blando y cabeza calva
Pocos dientes
Y yo adentro
Como un condenado
Estoy adentro y estoy enamorado
Y estoy viejo
Descifro mi dolor con la poesía
Son un dios en mi pueblo y mi valle
No porque me adoren Sino porque yo lo hago
Porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan
Del hongo stropharia y su herida mortal
derivó mi alma una locura alucinada
de entregarle a mis palabras de siempre
todo el sentido decisivo de la plena vida
Decir mi soledad y sus motivos sin amargura
Acercarme a esa mula vieja de mi angustia