Lo hago otra vez 
un año a cada diez 
lo logro — 
un tipo de movedizo milagro, mi piel 
brilla como una lámpara nazi, 
mi pie derecho 
un pisapapeles, 
mi frente se parece a un fino y frío 
lino judío. 
Despelléjate el pañuelo 
oh enemigo mío 
¿te agobio? — 
¿La nariz, las ojeras, la dentición completa? 
La agria respiración 
va a desaparecer un día. 
En breve la carne 
que la caverna carcomió estará 
en casa en mí 
y yo soy una mujer sonriente. 
Sólo tengo treinta. 
Y como el gato tengo nueve vidas. 
Este es el número tres. 
Qué basura 
para devorar cada década. 
Qué millones de filamentos 
el maní mascado por la multitud 
empujando para verlo 
desfajando mis manos y pies — 
el gran striptease. 
Damas y caballeros 
estas son mis manos 
mis rodillas 
puede que sea hueso y pellejo. 
Sin embargo, soy la misma mujer. 
La primera vez pasó a los diez. 
Fue un accidente. 
En la segunda vez intenté 
que fuera por fin la última. 
Rolé cerrada 
como una concha del mar. 
Tuvieron que llamar y llamar 
y extirparme los vermes como perlas pingües. 
Morir 
es un arte, como cualquier otro. 
Yo lo hago estupendamente. 
Así que se vuelve infernal. 
Incluso real. 
Dirías tal vez que tengo un don. 
Es muy fácil hacerlo en una prisión. 
Es muy fácil hacerlo poniéndose de canto. 
Es teatral 
vuelve en pleno día 
al mismo lugar, al mismo rostro, al mismo grito 
tosco y chistoso. 
¡’Un milagro’! 
Que me deja mal 
hay que pagarlo 
para mirar a mis cicatrices, hay un precio 
para escuchar mi corazón — 
pulsa fuerte. 
Y hay un precio, un precio muy grande 
para cada palabra o cada roce 
o cada gota de sangre 
o una mecha de pelos y prendas. 
A ver, Herre Doktor. 
A ver, Herr Inimigo. 
Soy tu opus, 
tu tesoro, 
el bebe de puro oro 
que se disuelve en un chillido 
me vuelvo e ardo 
no crea que subestimo su enorme celo. 
Cenizas, cenizas — 
tú revuelves y atizas. 
Carne, hueso, no hay nada ahí — 
una pastilla de jabón, 
un anillo de boda, 
un empaste de oro. 
Herr Dios, Herr Lucifer, 
ojo 
ojo. 
Renacida de las cenizas 
subo con mis pelos pelirrojos 
y como al aire sorbo hombres.
Sylvia Plath (Boston, 1932 - Londres, 1963). Escritora estadounidense especialmente conocida como poeta, aunque también es autora de obras en prosa, como la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el pseudónimo de Victoria Lucas), así como de relatos y ensayos. Junto con Anne Sexton, Plath es considerada una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass. Plath obtuvo una beca Fulbright que le dio la posibilidad de estudiar en la Universidad de Cambridge, donde continuó escribiendo poesía, y ocasionalmente publicaba su trabajo en el periódico universitario Varsity. Allí, en Cambridge, conoció al poeta inglés Ted Hughes, con quien se casó. Tras su muerte él se encargó de la edición de su poesía completa.